"Seguro que los creadores estarían totalmente de acuerdo con que la cultura fuese libre si lo fuera el colegio de sus hijos, la universidad, la leche, la carne, el pan en la tienda y el médico", ha asegurado Bautista ante los alumnos del curso sobre cine y literatura que se celebra esta semana en Comillas (Cantabria).
Bautista ha opinado que la cultura "tiene que costar lo que cueste" y ser "reconocida, respetada y desarrollada", porque "crea cohesión social y ciudadanía". A su juicio, con este "juego de palabras y mensajes mediáticos" de que la cultura debe ser libre, lo que se pone "en juego es el modelo de convivencia".
El presidente del Consejo de Dirección de la SGAE ha explicado, en su intervención en el curso de Comillas, el contenido de la resolución aprobada el pasado 10 de abril por el Parlamento europeo en la que se reconoce la función básica de la industria cultural en la Estrategia de Lisboa.
Eduardo Bautista ha destacado la "importancia" de esta resolución, en la que se indica que la cultura y la creatividad son un "activo fundamental" para la economía y un sector dinámico en la creación de empleo y en la que se señala que los derechos de autor son los "pilares" de la diversidad cultural. El músico canario ha resaltado el contenido de la resolución por abstraerse de la idea de que la cultura tiene que ser libre y por intentar sólo buscar "qué modelo cultural necesita Europa".
La resolución también destaca la necesidad de que los creadores "perciban unas compensaciones económicas justas", ha dicho Bautista, quien ha asegurado que si los generadores de ideas "se caen, se cae toda la cultura". Además, ha reiterado que la cultura es un modelo empresarial y, por ello, ha trasladado, en el caso del cine, la idea de que aunque este arte sea "costoso", es "mucho más caro no tenerlo".
Bautista ha hecho estas reflexiones ante los cineastas Mario Camus, José Luis Cuerda y Manuel Gutiérrez Aragón, quienes han participado en este encuentro que patrocina el Instituto Buñuel, dependiente de la SGAE, y la Fundación Comillas, dedicada a la promoción en la antigua Universidad Pontificia de un centro internacional de estudio del español.
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