México, 15 oct
(Tierramérica).-
La negativa de las autoridades mexicanas
a descartar la construcción de la hidroeléctrica La Parota,
en el sureño estado de Guerrero,
suspendida por resolución judicial,
representa un burdo engaño, según campesinos.
"Que el gobierno no mienta: el proyecto está muerto",
declaró a Tierramérica José Hernández,
dirigente de la zona agraria donde el gobierno
intenta construir la represa desde 2003.
La Parota generaría 900 megavatios
y afectaría a 30 mil campesinos,
demandando seis años de trabajo
y mil millones de dólares.
Una jueza de Guerrero resolvió en septiembre
suspender el proyecto por considerar que tiene irregularidades.
Pero el gobierno apeló la resolución
y acusó a los campesinos de dejarse manipular
por organizaciones no gubernamentales.
"No somos manipulados,
tenemos evidencias de que La Parota
sería una desgracia para todos", dijo Hernández.
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